Ahora que ya es otoño bien entrado, casi invierno, el huerto ha caído en las sombras. Arrancadas las tomateras, que dieron su producción aceptable, quedan las matas de pimiento, que no durarán mucho más. Hay dos clases, el típico pimiento cuadrado para asar (aunque yo lo utilice para cocinar casi de cualquier forma), y el pimiento alargado, que debería haber sido arrancado más colorado, oriundo de la comarca cacereña de La Vera.
De manera sorprendente, la hierbabuena no ha parado y la albahaca sigue resistiendo a pesar de los rigores del clima que, por cierto, este año no han sido tan rigurosos por el momento. No obstante de que en Badajoz haga más «calor» que en otras zonas de España, no hemos tenido un otoño friolero y parece que el invierno va a continuar por la misma senda.
En espera de sembrar algo que pueda cultivarse en invierno, tenemos también cinco matas de cebolla que posiblemente tiren para adelante.
«Al lado de la dificultad está la facilidad».
Mahoma