«La poesía siempre es lo otro, aquello que todos ignoran hasta que lo descubre un verdadero poeta». Oliverio Girondo
«Segura de saber donde se hospeda la poesía, existe siempre una multitud impaciente y apresurada que corre en su busca pero, al llegar donde le han dicho que se aloja y preguntar por ella, invariablemente se le contesta: Se ha mudado». Oliverio Girondo
«De los deseos, unos son naturales y necesarios. Otros, naturales y no necesarios. Otros, ni naturales ni necesarios, sino nacidos de la vana opinión». Epicuro
«El instante no es más que el triste punto entre el deseo y el recuerdo». Robert Musil
«Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido». Jean-Paul Sartre
Nueva edición de esta fiesta homenaje al fundador de la ciudad de Badajoz, Ibn Marwan. En esta ocasión retiraron algunas de las barras (antes exteriores al evento) de bebidas y comidas, quedando las permitidas dentro de la propia zona de celebración de la fiesta y del mercado «medieval», lo cual me pareció una gran idea, pues así se potencia realmente el carácter árabe del fin de semana, evitando ruidos molestos a los vecinos y potenciando el consumo de los típicos productos musulmanes.
Como normalmente se acaba comprando algo (en realidad, bastantes cosas), no quise pertrecharme con la cámara reflex y aproveché la baja calidad de un smartphone para intentar alguna toma que describiese lo que se vende y el ambiente que se respira, animando a todos aquellos que viven cerca de la ciudad a que visiten la alcazaba de Badajoz y parte de su casco antiguo durante esas fechas…merece la pena.
Como siempre, por pereza o por no querer soportar una cola inaguantable y acabar enfadado con aquellas personas que guardan muchos lugares a otras que no acuden hasta el inicio de la obra, nos volvimos a perder la obra teatral que se representa en los Jardines de la Galera.
Nunca me han gustado las grandes aglomeraciones de gente, no me gusta considerarme como «masa». Este principio es también aplicable a los festivales de música, a pesar de haber asistido a algunos de ellos. La razón es bien simple: me gusta ver el grupo que toca, verlo realmente, no sólo escuchar su música en una lejanía inadmisible respecto al escenario. Por lo tanto, siempre preferiré pequeños festivales o conciertos en salas cerradas, donde el contacto con el grupo es real o bien existe un espacio suficiente para bailar y saltar y tienes «a tiro de piedra» al grupo del cual has ido a disfrutar. Éste es el caso del festival del que voy a hablar aquí: el Vagos Open Air Festival que se celebró el pasado mes de Agosto en la localidad de Corroios, al sur de Lisboa, en nuestro vecino país de Portugal.
Tras haber disfrutado plenamente de los eternos BAD RELIGION en un pequeño pueblo extremeño, Quintana de la Serena, conocido como el pueblo del granito, en un festival muy pequeñito, quise rematar el verano viendo de nuevo a los que se han convertido en un grupo de referencia para mí en los últimos tiempos: KREATOR. Así que compré entradas para el festival mencionado en el párrafo anterior, donde también se suponía iban a tocar otro de mis grandes, ANTHRAX (los cuales, por «cuestiones logísticas», se cayeron del cartel y que, por lo tanto, han caído en desgracia para mí). De paso, y ya que no estoy en edades para tiendas de campaña, reservé en un modesto hotel en Costa da Caparica, a unos 5 kilómetros de Corroios, para disfrutar de las frescas aguas del Atlántico. No obstante, la zona de acampada reservada para el festival estaba muy bien situada y era tranquila, preparada para el descanso realmente. El festival y la zona de acampada se encontraban en un parque público de Corroios y, a pesar de las críticas de una señora que, al verme pasar vestido con la típica camiseta negra, me comentó, en tono irónico, supongo, que «á música faze ás pazes», no era excesivo el volumen de los conciertos a partir de medianoche (los conciertos terminaban a eso de las dos de la madrugada).
Eso sí, una pequeña apreciación es que, no obstante del clima atlántico de Portugal, el comenzar los conciertos a las cinco de la tarde provocó que se sufriera un poco por el calor, sobre todo los grupos de música, más de uno nórdico.
Respecto al cartel, los grupos de los que disfruté fueron: Mantar (dos tipos en el escenario dando una caña brutal), Katatonia (los pobres pasaron un calor tremendo, vestidos de negro), Anathema (me parecieron muy blandos para lo que se «cocía» en el festival) y Opeth (me sorprendieron muy gratamente, tocando una especie de ópera rock con momentos de arrebato muy tralleros); éstos el primer día. Para el segundo día: Schammasch (que iban vestidos con una especie de mantas y las caras pintadas…de hecho el cantante llevaba incluso una capucha, con lo que me dio por pensar que verdaderamente se encontraban en el infierno, al menos, por el calor que tuvieron que pasar), Abbath (muy, pero que muy brutos; geniales), Paradise Lost (que, como anticipo de lo que había ido a ver, no me disgustaron) y, por último, los magníficos Kreator (que, de las dos veces que les he visto, creo que esta fue cuando metieron más caña).
La experiencia, todo un éxito. Días de playa, buena y barata comida portuguesa, y tarde-noches de música heavy en directo, culminando con la soberbia actuación de los de Mille Petrozza, que me dejaron exhausto, sudoroso, pero al mismo tiempo flotando a veinte centímetros sobre el suelo, contento, feliz, transcendiendo el mundo del día a día y con el corazón aún más heavy que antes. Se intentará repetir el próximo verano. ¡Ah!, y encima, con la entrada, me regalaron una camiseta del evento.
Aunque antes, quizás, si todo va bien, vuelva a verles en Madrid, en La Riviera, el 24 de Febrero de 2017.
«Un idealista es aquel que, al notar que una rosa huele mejor que una col, concluye que hará una sopa mejor».
Herny Louis Mencken
Este año: los tomates, un fracaso pues pocos hemos recolectado. Los pimientos del padrón, que unos pican y otros no, picaban todos, anestesiaban la boca. Las fresas, el gran descubrimiento y triunfo, habiendo aprendido también a obtener de los nuevos brotes, nuevas plantas que darán fresas el próximo verano. En cualquier caso, lo más valioso: cosechar de vez en cuando algo que has hecho crecer tú mismo.
«El lugar ideal para mí es aquél en que es más natural vivir como extranjero».
Italo Calvino
«Hay que trabajar, si no por gusto, al menos por desesperación porque, hechas las necesarias averiguaciones, trabajar es menos aburrido que divertirse».