¿EL HOMBRE ES BUENO?

Para Rousseau (1712-1778), sí. Y lo es por su naturaleza. En el origen de esta reside un ser moral que nos lleva a amar lo bueno y odiar lo malo en nuestra relación con los semejantes y con nosotros mismos. Pero si “todo está bien al salir de las manos del autor de las cosas, todo degenera en manos de los hombres”, afirma Rousseau en «Emilio». Con sus palabras, el filósofo da un nuevo impulso a la teoría del buen salvaje que defiende la virtud, amabilidad y confianza de los hombres en el llamado estado original de naturaleza. Desde aquel hasta nuestros días, el hombre –cuyo ideal es la libertad y la justicia en armonía con el orden universal– ha sufrido una perversión o distorsión de lo que le es propio, de su ser, y le ha hecho prácticamente irreconocible suponiendo un problema diferenciar las cualidades originarias de las artificiales.

Fuente: Revista Filosofía Hoy (facebook).