El asesinato de Pitágoras

pitagorasLibro que adquirí hace algunos meses, casi por deformación profesional, me llamó la atención el título y el hecho de que se presentase como una novela histórica en una época de la cultura griega que no debe estar demasiado bien documentada. De hecho, la vida y obra de Pitágoras (ya sea como ser real o como nombre que se dio a la escuela pitagórica), es mayormente un enigma.

Comentar también que el famoso Teorema de Pitágoras es bastante más antiguo que el propio Pitágoras, pues ya aparece en tablillas de la antigua Babilonia y en papiros de los egipcios. Por otro lado, y para quien le interese las Matemáticas y algunos enigmas de la antigüedad, le recomendaría el visionado de este documental que encontré curioseando por internet:

Comentaré qué me ha parecido su lectura en un posterior comentario, pero, investigando en la red, me encontré con la página que el autor tiene dedicada al libro y, al final, presenta un método que dice haber descubierto él mismo para relacionar el número pi con el Teorema de Pitágoras. Siendo yo licenciado en Física y profesor de Matemáticas en secundaria, puedo afirmar categóricamente que el método que el autor presenta en tal página es muchísimo más antiguo, con lo cual voy a empezar la lectura de la novela con un poco de resquemor y desconfianza.

LAS CLAVES DE EPICURO: GOZAR, SABER, COMPARTIR

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En la antigua Grecia, Epicuro de Samos (341 a.C.-270 a.C.) construyó un modelo de respuesta ante la vida que podría ser el optimismo consciente, aquel que independiente de nuestra carga genética sería posible perseguir desde nuestra actitud y voluntad.
Sus claves son activas: gozar, saber y compartir. Están íntimamente relacionadas: gozar el placer de estar vivo, saber discernir lo que es verdaderamente valioso y compartir en la amistad la vida y el conocimiento.
El modelo filosófico de Epicuro alcanza su coherencia cuando sitúa a la felicidad en el objetivo compartido por todo ser humano y llega a él a través de la tranquilidad del ánimo –la ataraxia– y la autonomía o autarkeia.
Epicuro supo que el miedo era el componente desestabilizador del carácter del hombre, el factor capaz de bloquear el ánimo. Diferenciaba los cuatro miedos más significativos: el miedo a los dioses, poco atentos a los asuntos humanos; el miedo a la muerte, igualmente absurdo e irracional; el miedo al dolor, infundado porque en realidad siempre es soportable y, el cuarto, el miedo al fracaso, que si se goza de la autonomía del sabio es posible evitarlo mediante un ánimo equilibrado y gozoso.

Fuente: Revista Filosofía Hoy (facebook).

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