Interstellar (2014)

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El viernes 7 de Noviembre se estrenó Interstellar, de Christopher Nolan y directamente, tras venir de trabajar, comer algo y descansar un poco, fui al cine a verla. No voy demasiado al cine, es más, no voy casi nunca, pero no me arrepiento cuando voy, porque normalmente elijo muy bien los títulos que quiero ver y que por diversos motivos, me interesan. Es el caso de esta película, de la cual me llegaron noticias por algún blog que no recuerdo, hace más o menos un par de meses. Bien, no me ha defraudado en absoluto…¡me ha encantado! La forma de narrar la historia, los tiempos, las imágenes del espacio exterior, los efectos especiales. No digo que sea perfecta pues, como toda película de ciencia ficción tiene algunas contradicciones, pero es cierto que se nota un asesoramiento científico por parte de algún físico (soy físico y está muy bien construida), y también se la podría achacar en algún momento cinco o diez minutos de «paja».Esp1

Pero lo que realmente me ha hecho pensar en escribir esta publicación es la historia que cuenta, o más bien, el anhelo humano que muchas veces me asalta, la «fibra sensible» que toca con el guión, que no es ni más ni menos que la colonización del espacio por parte de la raza humana. Desde siempre me ha apasionado la astronomía y la astrobiología, el cosmos, el universo y el infinito. No obstante, desde hace algunos años vengo pensando que los seres humanos como especie hemos evolucionado y, tras miles de años, logrado desentrañar grandes secretos de la naturaleza como son sus fuerzas fundamentales (gravitatoria, electromagnética, débil y fuerte, en una primera aproximación). Hemos desarrollado una tecnología que, si no es lo suficientemente eficiente, nos ha llevado a una contradictoria situación de bienestar en algunos lugares del planeta y otras situaciones bien distintas en otras zonas de la Tierra. Desde luego, desde el punto de vista ético, esas diferencias son las que primero debieran desaparecer. Posteriormente hablaríamos sobre el respeto al resto de seres vivos que pueblan este verdadero edén dentro de nuestro sistema solar y quién sabe si de toda la galaxia (estoy seguro que hay vida en muchos rincones del universo, pero éste es muy, pero que muy grande).

Esp2Todo lo anterior me lleva a una conclusión evidente (en mi opinión personal, por supuesto) que es nuestra obligación de intentar expandirnos por el sistema solar, por la galaxia y, en última instancia, por todo el universo… Puede parecer (y es) una idea muy prepotente y posiblemente inabarcable…mas únicamente con los medios de los que disponemos actualmente y con las leyes físicas que hemos logrados desentrañar. Creo firmemente en la capacidad humana de lo peor, pero también de lo mejor (si hubiera perdido esa creencia, seguro que no podría seguir enseñando matemáticas a los jóvenes). Con nosotros, expandiríamos la vida por otros planetas yermos, sembrando posibilidades futuras. No es posible ahora, pero el afán de superación debe servir para intentarlo, para estudiar formas de viajar, aunque sea en un medio de transporte que tarde generaciones en llegar a puerto, a las estrellas. Se ha de potenciar la investigación científica para intentar avances en teorías que puedan llevarnos a atajos temporales en tan largas travesías. Se ha de fomentar la investigación para, antes de partir, haber logrado información de posibles destinos compatibles con nuestra existencia o que puedan ser transformados de tal manera que permitan su colonización. (También deben proveerse fondos económicos para la investigación por otras muchas y muy importantes razones como puede ser la salud, el bienestar de todos, la conservación de la naturaleza…).Esp3

Es nuestra obligación como especie, como especie «inteligente» en este planeta, el darnos cuenta que no podemos jugar todo a una carta, que el futuro no nos pertenece pero comienza con nosotros, que debemos llegar y terraformar Marte si es posible, que hemos de llegar a lunas de Júpiter o de Saturno, como sea y cuando sea. Que tenemos que emprender este viaje para las generaciones venideras, pero que tenemos que emprenderlo ya (y dejar de perder el tiempo en tonterías intestinas como dependencias e independencias, referémdums 9N, días de patrias, luchas internas por diferentes creencias, ya sean religiosas o ideológicas, por economías, flujos monetarios o índices de riesgos de inversión en estados). Todos vamos en el mismo barco, de una manera u otra, formamos parte de algo mágico que no tendría porqué haber sucedido al suponer una violación de la segunda ley de la Termodinámica: la VIDA. Hagámosla llegar lo más lejos posible.

Más información sobre Interstellar:

La tercera

Xataka

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La historia del Universo

…o «How the Universe Works» es una serie de ocho documentales que he encontrado buscando en la red.

Narra desde el Big bang hasta la formación planetaria en nuestro universo. Muy interesante, plantea también cuestiones metafísicas y estructurales respecto a nuestro concepto de la realidad.

Pincha en el siguiente enlace para comenzar el visionado de la serie:

La historia del Universo

«Bien, en el siglo XXI deberemos encontrar un nuevo horizonte que está allí mismo, allí afuera. Deberemos volver a la Luna, solo que esta vez no para simplemente llegar allí y volver. Estableceremos una colonia allí, y tendremos un grupo de gente en la Luna que será capaz entonces de realizar largos viajes espaciales porque estarán acostumbrados a estar apiñados como gallinas y encerrados en ambientes artificiales sometidos a baja gravedad. Y ellos viajarán a los otros mundos del sistema solar.

Y entonces, saben, podremos ser tan arriesgados como queramos. Todo el asunto… siempre hemos vivido con riesgos, y eso es lo grande de la vida. ¡El problema es que ahora hemos alcanzado el punto donde el riesgo es poner todo en riesgo!. Y uno no puede permitirse el arriesgarlo todo. Hasta ahora en la historia del mundo, cada vez que hemos tenido una edad oscura, ha sido temporaria y local. Y otras partes del mundo la estaban pasando bien. Y eventualmente, ayudaban a los otros a salir de su edad oscura. Ahora estamos enfrentando a una posible edad oscura que será global y permanente. Eso no es risa. Eso es una cosa completamente diferente. Pero una vez que nos hayamos establecido en muchos mundos, podremos hacer cualquier cosa que queramos mientras lo hagamos en un mundo por vez.

Y más allá están las estrellas.

Y lo interesante es que si de alguna manera podemos pasar a través de los próximos treinta años, no hay razón para que no podamos entrar en una especie de meseta que vea a la humanidad durar, quizás, indefinidamente… hasta que evolucione hacia cosas mejores… y se disemine indefinidamente en el espacio. Aquí tenemos la elección entre la nada… y lo virtualmente infinito. Y lo hermoso de esto es que Uds., muchachos en la audiencia de hoy…(cuando dicho muchachos lo hago en un sentido general, implicando también a las muchachas)… cuando Uds., muchachos en la audiencia de hoy estén apenas en su mediana edad, será cuando sepan cuál es la elección que se ha hecho.

Espero que sea un mundo en el que la humanidad haya decidido ser cuerda. Pero debo decir honestamente que creo que las probabilidades están en contra de ello.»

Isaac Asimov, El futuro de la humanidad, 1974.

Bueno, ya han pasado cuarenta años y todavía seguimos vivos. Aunque Asimov siempre tendrá razón: la hora de salir de casa y viajar a otros mundos con la finalidad de asentarnos ya ha llegado.