Transcurría el curso 2008-2009 y, para no darle demasiadas vueltas, atravesaba un momento vital y laboral un poco desatinado, cuando comencé a planificar lo que sería mi primer viaje con el coche por Europa. En un principio, sólo compré la entrada para el concierto que ofrecían el 18 de julio los Manowar (no hay palabras que expliquen lo que se siente cuando, con 11 años, se escucha por primera vez el Kings of Metal, pero se sabe que es lo que fluye por las venas) en Sankt Goarshausen
(en la peña de Loreley), un pueblecito a las orillan del Rin…y decidí que haría el viaje (al cual me acompañó un colega aventurero) como si fuese una road-movie, desde Badajoz hasta Sankt Goar (otro pueblecito en la orilla opuesta donde finalmente reservamos habitación en el «Bei Alex», un bed and breakfast del cual guardo muy gratos recuerdos…) conduciendo mi pequeño y, por entonces menos castigado, Polo.
Fueron, aproximadamente, cinco días para la ida: Bordeaux, Dijon, Metz, Luxembourg…
Ocho días de estancia a las orillas del Rin, incluyendo el concierto:
Y seis días para la vuelta, pues tomamos como una base de operaciones la casa de mi tío en Tulle / Brive-la-Gallarde, para que nos mostrase la comarca de La Correze:
Por supuesto, pasando la última noche de viaje en la magnífica ciudad de Donostia:
Una verdadera aventura de carretera desde el 11 al 28 de Julio de 2009.
Por cierto, el festival tuvo el siguiente cartel:
12:00 Die Sklaven
12:45 Age of Evil
13:30 Crystal Viper
14:15 Wizard
15:05 Jack Starr’s Burning Starr
15:55 Van Canto
16:50 Metalforce
18:00 Domain
19:05 HolyHell
20:20 Ulytau
21:10 Kingdom Come
22:30 MANOWAR