El fin de semana del 25 al 27 de Septiembre ha vuelto a celebrarse una nueva edición del Almossassa, fiesta que conmemora la fundación de la ciudad por parte del caudillo Ibn-Marwan. En la zona de la plaza alta se colocan puestos al estilo de un mercadillo, pero con artículos artesanales y con una decoración «a lo árabe».
Pueden encontrarse un par de puestos donde tomar un té moruno con hierbabuena y unas pastas y dulces artesanales de estilo árabe, que no empachan y están muy ricos. En otro puesto se pueden adquirir dulces hechos de dátiles, nueces, miel…
Incluso hay un puesto donde te «echan las cartas». Obviamente, no seré yo una de las personas que acuda a que le lean el futuro; algo evidente para un científico.
También, en la zona conocida como «el campillo», pueden tomarse unas cervezas, unas copas y unos pinchos, panceta, etc…al estilo de una feria normal.
«La bebida apaga la sed, la comida satisface el hambre, pero el oro jamás calma la avaricia».
Plutarco