Jazz en el museo 2015 (patio del MUBA, Badajoz)

jazzmuseo1Hará unos seis o siete años que acudí con un amigo a unos conciertos de fado que ofrecían de forma gratuita en el patio del Museo de Bellas Artes de Badajoz y me pareció una actividad digna de repetir. Por diversas razones (la principal es que han estado remodelando tal patio) no he tenido la oportunidad de escuchar conciertos allí…hasta este verano, que he decidido ir los cuatro jueves que se ha celebrado el XIII ciclo de conciertos: Jazz en el museo 2015.jazzmuseo2

Para ello he tenido que levantarme temprano y dar un paseo con la bicicleta, pues ha habido que recoger las entradas en las oficinas del museo en horario de 9 a 14 horas de lunes a jueves (aunque sobran tres días, pues los tickets se han estado agotando en las primeras horas del lunes). En cualquier caso, nada más saludable que madrugar un poco y darle un rato al pedaleo.

No comentaré demasiado en cuanto a la actuación de los diversos artistas ya que tampoco es que yo sea un verdadero aficionado al jazz y, desde luego, no tengo mucha idea:

Iván Melon Lewis y su banda tocaron, quizá, un jazz conceptual, que intenta crear nuevo estilo. Me hizo gracia (en el buen sentido) que un cubano comentara el calor sofocante que hacía en la ciudad de Badajoz.

 

Diane Whiterspoon, muy melódica, con un acompañamiento muy acertado, cantó temas de blues, de swing… Gustó mucho y, por ello, compré su disco «The very thought of you» que, según me indicaron, de los tres CD’s que tenían a la venta, era el que más se parecía a lo que había tocado esa noche.dianetheveryofyou

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baba1Babacar Dieng & Los Diengoz hicieron un show de mestizaje de ritmos y estilos, muy interesante y atractivo, con un espectáculo que hubiera pedido, sin duda alguna, un escenario mucho más grande (a pesar de la magia que da celebrar los conciertos en el patio del MUBA).baba2

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The Gospel Times: Hubo de celebrarse en las instalaciones del Teatro López de Ayala de la capital pacense debido al alto grado de interés que estaban suscitando los conciertos, con lo cual se pasó de un aforo de 300 a 750 personas. A pesar de ello, y tras guardar cola durante cuarenta minutos, me quedé sin entradas para este evento.

La organización de los conciertos ha sido muy eficiente, siendo cuidadosos con la colocación del aforo máximo de 300 personas, si bien es posible que no sea demasiado acertado dar cuatro entradas por persona en la cola (podría reducirse a dos), pues personalmente pienso que hay gente que recoge las cuatro entradas y algunas se quedan sin utilizar (el hecho es que también se forman colas a la hora de completar el aforo al inicio del espectáculo). De todas formas, esperemos que estas actividades veraniegas se desarrollen por muchos más años, ya que son una gran oferta cultural para la ciudad de Badajoz.

Huerto urbano (I)

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albahacamataUn amigo me dio un par de matas de tomatera y de albahaca. Al principio, tuve las plantas en macetas, pero aquello empezó a desbordarse y decidimos comprar un huertito urbano tal y como se ve en la fotografía superior. Tiene tres bloques, situados a distintas alturas con lo que se logran distintas profundidades (para distintos tipos de plantas; algunas que necesitan más tierra para expandir las raíces, y otras menos). También tenía desde hacía tiempo una mata de hierbabuena sembrada en una macetita, que no terminaba de arrancar a crecer y, al poco tiempo de sembrarla en la parte baja del huerto, comenzó a brotar y crecer de manera desmesurada (tanto que nos está dando para hacer bastantes preparados de mojito; posteriormente explicaré cómo hago el preparado al que sólo hace falta añadir hielo picado y agua para conseguir un mojito rico y refrescante).hierbabuenamata

pimientomataTras tener trasplantadas las tomateras, las dos matas de albahaca (de hoja ancha, especialmente indicadas para hacer salsa pesto: nos ha quedado buenísima las veces que la hemos hecho) y la mata de hierbabuena, una amiga especialista en la ciencia de la horticultura, nos trajo algunas matas de pimientos, que procedimos a trasplantar en los huecos y en la parte de atrás que es la más alta (es la última que llenamos de tierra). Desde luego, las tomateras, que están en el bloque central, debieran haber sido sembradas en el estante más alto, para dar mayor profundidad a las raíces, pero también por comodidad para guiar las matas, pues en este caso se tratan de tomateras de crecimiento ilimitado y necesitan una estructura de cañas y palos que les permitiese crecer hacia arriba y conseguir un mayor aireado (que hay que conseguir también podando, además, desde muy pronto).

Después de tomar las fotografías que se aprecian en esta publicación tuvimos otra visita de nuestra amiga horticultora, que nos comentó algunos problemillas que podríamos tener, como la enfermedad del «culón» en los tomates, debido a regar demasiado, o demasiado poco. También nos dijo que deberíamos nutrir las plantas con abono foliar (al principio no estaba de acuerdo por el tema de ser rigurosamente ecológico, pero es cierto que las plantas acaban sufriendo desnutrición y son atacadas más por parásitos, insectos y distintos tipos de enfermedades, que pueden llevar el huerto a la ruina).

tomates1Los tomates son de «perita», pero el año que viene serán «cherry» y quizá una mata de tomates de huerto, que son más grandes y sabrosos (aunque supongo que más difíciles de criar). Cuando la albahaca y la hierbabuena lleguen al final de su ciclo, procuraré guardar semillas (simiente, como dicen en mi pueblo) y, mientras tanto, intentaremos aprovechar el terreno con cebollas, lechugas…y, por supuesto, una buena mata de orégano fresco.tomates2

Lo cierto es que esto de los huertos urbanos se está convirtiendo en una filosofía de vida. Mejor que tener plantas ornamentales (que cualquiera sabe de dónde vienen: aquí en Badajoz está el problema del camalote en el río porque alguien tiró, seguramente, una mata de tal planta por el retrete, y se está convirtiendo en una plaga dañina difícil de erradicar), merece la pena plantar cosas que puedan comerse o, en su caso, ser utilizadas para cocinar. Lo de sacarle rendimiento económico al huerto (creo que se gasta más en agua, tierra, abono, etcétera, que lo que se ahorra) quizá sea lo de menos, pues también el huerto ofrece entretenimiento y paz, aunque por otro lado esté la dependencia de tener que regarlo todos los días (al menos en verano).

Por otro lado, al fin y al cabo, estamos comiendo productos que nosotros mismos hemos cultivado, lo que nos acerca (a los urbanitas) un poco a la forma de vida de muchos habitantes de los pueblos, que cultivan sus propias hortalizas, ahorrando dinero y comiendo productos de máxima calidad, que no han sido tratados por pesticidas ni conservados en cámaras hasta su llegada a las tiendas.

En resumen, ya nos hemos comido algunos buenos tomatitos, nos hemos hecho bastantes mojitos y varias salsas pesto para pasta que nos ha quedado deliciosa.huertoup

Cómo hacer preparado de mojito:

1) Se cortan unas ocho ramas de hierbabuena, arrancando las hojas (supongo que unas 50 si son grandes) y echándolas en un bote que tenga una capacidad de medio litro.

2) Se añade azúcar moreno, supongo que entre unos 100 y 200 gramos.

3) Con un palo de mortero se comienza a machacar la mezcla de las hojas de hierbabuena con el azúcar moreno, para que se vaya empapando el azúcar con el jugo de las hojas.

4) Se añade, más o menos, media botella de ron añejo (del más barato que haya en la tienda) y se remueve para que el azúcar moreno se disuelva.

5) Añadimos el zumo de dos limones y medio y removemos para que todo quede bien mezclado.

Con todo lo anterior, debe haberse conseguido medio litro de preparado de mojito que debemos dejar reposar (para que la hierbabuena termine de soltar todo su aroma) unas 24-48 horas. Una vez bien reposado el preparado, puede colarse para eliminar las hojas de hierbabuena y las impurezas del zumo de limón, obteniéndose un líquido meloso de color tostado oscuro. Ahora, ¿cómo usamos este preparado?

1) Llenamos un vaso con hielo picado casi hasta el borde.

2) Agregamos preparado de mojito al hielo hasta un poco menos de la mitad del vaso.

3) Terminamos de rellenar el vaso con agua muy fría.

4) Ponemos una pajita y, opcionalmente, alguna hoja de hierbabuena fresca recién cortada para decorar y aromatizar.

5) Removemos para que quede bien mezclado y… ¡a disfrutar!

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Dominó

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Existe una notoria relación entre el juego del dominó y las matemáticas.

Hace poco tiempo, descubrí un juego de dominó con 91 fichas. Normalmente, he jugado y visto jugar con conjuntos de 28 fichas que terminaban en el seis doble (6-6), así que me sorprendió un poco tal extrapolación de fichas hasta llegar a 91, cuya pieza más alta es el doce doble (12-12). Comencé a investigar las formas y reglas de juego para tal cantidad de piezas, el número de jugadores que podían participar, etc…

Normalmente, en España se juega con 28 fichas, tomando cada jugador siete de ellas al principio (ya sean cuatro jugadores o menos) y robando el resto a medida que la partida transcurre. En Cuba, hay zonas donde se juega con 55 fichas (hasta el 9-9), tomando diez cada jugador y quedando quince «dormidas» sin entrar en el juego. En otros lugares de América del Sur y Asia, se juega con fichas hasta el doce doble. Por otro lado, investigando en internet, he llegado a ver cajas de fichas de dominó que llegan hasta el 15-15 (que tendría 136 fichas)  e incluso hasta el 18-18 (que tendría 190 fichas).

Tren mexicano

Tren mexicano

Cubano 18 doble

Cubano 18 doble

Quince doble

Quince doble

Las modalidades de juego son muy variadas, siendo posible modificar las normas para crear prácticamente un número infinito de nuevos juegos de dominó, cambiando el número de fichas iniciales por jugador, las que pueden robarse, si queda alguna ficha oculta sin entrar en el juego o el número más alto de ficha con el que se juega. No obstante, pueden obtenerse reglas más o menos consensuadas para el juego (muy diversas) con tan solo investigar un poco en la red. Algunas formas muy curiosas son con el 15-15 en México, donde aparecen incluso hechizos, o con el 12-12, que se juega al tren mexicano. Muy popular en la zona occidental de la isla es el dominó cubano, donde, de las 55 fichas (se juega con el nueve doble), 15 quedan durmiendo cada ronda.

Pero hagamos un poco de matemáticas:

En particular, un juego de dominó que llegue hasta el seis doble (6-6), constará de 28 fichas, cuya suma de puntos da un total de 168 puntos. En principio, pueden jugar 4 jugadores tomando inicialmente 7 fichas cada uno.

Generalizando para cualquier tipo de dominó, es decir, que su ficha más alta sea la n doble (n-n) y que, a partir de ahora, denominaremos dominó hasta la «n», podemos enumerar algunas consecuencias (hay que tener en cuenta que podría hablarse de un dominó de una ficha, la del cero doble; n = 0):

Resulta que solamente puede cerrarse a un número cuando n es par, ya que si n es impar, hay que colocar todas las fichas de dos números para poder cerrar el juego. Esto se debe a que habrá un número par de fichas para un número dado, contando con la ficha doble, por lo que una de las fichas que no son dobles quedará siempre sin emparejar.

Por otro lado, el número de fichas con el que contará el dominó será Fn = (n+1)·(n+2)/2, que es la suma de la progresión aritmética formada por los números naturales hasta el n, y que forman una sucesión de números conocidos como números pitagóricos triangulares (que aparecen también en el problema de los pájaros, publicado en un post anterior en este mismo blog), cuyos primeros términos son 1, 3, 6, 10, 15, 21, 28, 36, 45, 55, 66… Para el dominó del 12, tendríamos 91 fichas; para el del 15, 136 fichas; y para el del 18, un total de 190.

Calculando la suma de todos los puntos, tendríamos Sn = n·(n+1)·(n+2)/2, que también puede expresarse como Sn = n·Fn, o sea, la multiplicación del número del dominó por el número de fichas que éste posee. Los valores respectivos para los dominós del 6, 9, 12, 15 y 18 serían: 168, 495, 1092, 2040 y 3420.IMG_2497

En cuanto a «dominós exactos», que serían aquellos en los cuales quedan repartidas todas las fichas, sin tener que dejar para robar o dormidas, realicé una pequeña tabla con la siguiente nomenclatura: D(j,n,F), siendo j el número de jugadores, n la ficha más alta y F el número de fichas a tomar por cada jugador al principio del juego (valores para n comprendidos entre 6 y 12, ya que es el juego del cual dispongo y dominós por debajo del 6 son demasiado triviales):

D(4,6,7), D(2,6,14), D(4,7,9), D(3,7,12), D(2,7,18), D(5,8,9), D(3,8,15), D(5,9,11), D(6,10,11), D(6,11,13), D(7,12,13), D(13,12,7).

Y, quizá lo más importante, el hecho de que jugar al dominó estimula la mente mediante razonamientos, suposiciones, memoria, agilidad mental, cálculos probabilísticos e imaginación, lo cual, a largo plazo, conseguirá que nuestro cerebro esté activo, algo muy positivo a corto y largo plazo. Una verdadera gimnasia interior.