Sobre el constructivismo

Es posible que antes del Universo hubiera algo: la necesidad de su existencia. Es posible, pero no probable, pues no imagino (y ahí podría estar mi error) un universo creado para compensar el “horror al vacío”.
De todas formas, sería un mismo universo ya creado trasladándose al conocimiento de unas criaturas (¿humanos?), las cuales empezarían a formar parte consciente y activa de ese “mundo” nuevo, no descubierto.
Podría haber algo antes del Universo, pero sí hay algo con seguridad dentro de éste: la necesidad de un significado. No hay pruebas que demuestren esto; ni se trata de un dios que organice todo, ni de una necesidad humana que alivie nuestra finitud.
Uno observa su alrededor, la enorme cantidad de conceptos dispares y duales. Se detecta una gran complejidad: miles de leyes para miles de fenómenos, desorden y caos…pero también orden, un cierto regusto a que las cosas no suceden de cualquier manera.
Yo pienso que todo es cuestión de tiempo (¡y éste no existe como tal!), esa abstracción “humana” para cuantificar el dinamismo de la realidad. Hay que resaltar que existen tantas realidades personales como puntos de vista, aunque haya un trasfondo único (otro axioma indemostrable).
Se analiza el caos y se encuentran pautas, comportamientos análogos en distintos sistemas físicos, matemáticos, sociológicos…ese es el significado.
Por un lado está el principio de mínima energía (máxima entropía), que se cumple con generalidad, es decir, tomando los sistemas como conjuntos, pero nosotros no estaríamos aquí ya que suponemos un ordenamiento, una disminución de la entropía que, además, puede provocar un ordenamiento mayor y así sucesivamente (una singularidad: ¿es el Universo un sistema aislado con energía total constante?).
La clave es el equilibrio. Si el Universo estuviera en equilibrio (estático), nada se movería, que es el equivalente visual, por así decirlo, de la no existencia. Pero vemos que en el Universo hay equilibrio, por ejemplo, de fuerzas, ya sean físicas o sociales, etc. Sin embargo, comprobamos que tampoco hay equilibrio, pues todo cambia, hay evolución e irreversibilidad. Lo que existe es un equilibrio dinámico, un comportamiento que debiera ser lineal, pero que muestra fricción (no linealidad).
Refiriéndonos al Universo: algo que evoluciona, quizás en los dos sentidos, desde la completa estática de la no existencia a la más rápida muerte, un “equilibrio evolutivo” entre dos casos extremos e ideales. Y, ¿qué actúa como freno? Caos, no entendido como desorden, sino como las pautas escondidas en ese desorden. Así pues, el Universo existe (no es estático y, si se me permite la condicionalidad, quizá no muera nunca), gracias al caos, al significado encerrado dentro del desorden, que mantiene el “equilibrio” evolucionando, quizás en los dos sentidos. El Universo evoluciona significativamente.


Sobre la historia del hombre y de los hombres. Por supuesto, como especie no estamos en el inicio, ni nuestra evolución se ha detenido. La evolución sucede significativamente. Los cambios no favorables acaban en la extinción del individuo, los favorables siguen adelante: se ha evolucionado.
Después, podemos pensar en la aparente igualdad de “necesidad” y de “obligación” de forma dinámica: una obligación al cambio es un cambio no aceptado. Por tanto, se trata de volver atrás, de olvidar; no se aprende de una “obligación”. Sin embargo, cuando se ha de cambiar por necesidad, se acepta el nuevo estado, éste ha significado una adaptación, una mejora (y se parece tanto al estado ideal de la libertad; sin ligaduras); se aprende de la “necesidad”. No obstante, también se incluye el caso de que aprendamos porque queramos.
Podíamos haber llegado más lejos como especie (igual que podemos hacerlo individualmente), pero ese “tan lejos” es un concepto tan poco “degenerado”. Mas, lo que podemos afirmar con rotundidad (y éste es el tercer axioma), que la esclavitud no ha aportado nada a la humanidad como conjunto (a excepción, tal vez, de obras tales como las pirámides de Egipto…), ni los regímenes absolutistas, ni las ideas inculcadas en la mente de las personas de forma obligada, ni nada que no haya pasado por el filtro del razonamiento significativo.
Aceptamos la evolución a sociedad porque iba a significar algún beneficio. Ahora, nos sentimos filosóficamente perdidos porque ya no hay significado, ya solo hay un magnánimo teatro en un escenario burocrático, en una compañía que ya no actúa para nadie, que nunca ha actuado para nadie.
El hombre aprende significativamente; lo demás, nos hará daño a la larga, cuando empecemos a sentir el “horror vacui” en el sentido de nuestra existencia.

Antolín Álvaro Sanz

…cuando todavía era capaz de pensar mágicamente.

“Cuando todo se mueve igualmente, nada se mueve en apariencia. Cuando todos van hacia el desorden, no parece que nadie vaya hacia él. Sólo el que se detiene puede hacer notar la marcha de los otros como un punto fijo.”
Blaisse Pascal

«No hay que querer estar por encima de las cosas, hay que estar dentro. No hay que querer saber por qué se vive. Sólo hay que querer vivir.»

Charles-Ferdinand Ramuz

«Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.»

Edgar Allan Poe