Huerto urbano (I)

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albahacamataUn amigo me dio un par de matas de tomatera y de albahaca. Al principio, tuve las plantas en macetas, pero aquello empezó a desbordarse y decidimos comprar un huertito urbano tal y como se ve en la fotografía superior. Tiene tres bloques, situados a distintas alturas con lo que se logran distintas profundidades (para distintos tipos de plantas; algunas que necesitan más tierra para expandir las raíces, y otras menos). También tenía desde hacía tiempo una mata de hierbabuena sembrada en una macetita, que no terminaba de arrancar a crecer y, al poco tiempo de sembrarla en la parte baja del huerto, comenzó a brotar y crecer de manera desmesurada (tanto que nos está dando para hacer bastantes preparados de mojito; posteriormente explicaré cómo hago el preparado al que sólo hace falta añadir hielo picado y agua para conseguir un mojito rico y refrescante).hierbabuenamata

pimientomataTras tener trasplantadas las tomateras, las dos matas de albahaca (de hoja ancha, especialmente indicadas para hacer salsa pesto: nos ha quedado buenísima las veces que la hemos hecho) y la mata de hierbabuena, una amiga especialista en la ciencia de la horticultura, nos trajo algunas matas de pimientos, que procedimos a trasplantar en los huecos y en la parte de atrás que es la más alta (es la última que llenamos de tierra). Desde luego, las tomateras, que están en el bloque central, debieran haber sido sembradas en el estante más alto, para dar mayor profundidad a las raíces, pero también por comodidad para guiar las matas, pues en este caso se tratan de tomateras de crecimiento ilimitado y necesitan una estructura de cañas y palos que les permitiese crecer hacia arriba y conseguir un mayor aireado (que hay que conseguir también podando, además, desde muy pronto).

Después de tomar las fotografías que se aprecian en esta publicación tuvimos otra visita de nuestra amiga horticultora, que nos comentó algunos problemillas que podríamos tener, como la enfermedad del «culón» en los tomates, debido a regar demasiado, o demasiado poco. También nos dijo que deberíamos nutrir las plantas con abono foliar (al principio no estaba de acuerdo por el tema de ser rigurosamente ecológico, pero es cierto que las plantas acaban sufriendo desnutrición y son atacadas más por parásitos, insectos y distintos tipos de enfermedades, que pueden llevar el huerto a la ruina).

tomates1Los tomates son de «perita», pero el año que viene serán «cherry» y quizá una mata de tomates de huerto, que son más grandes y sabrosos (aunque supongo que más difíciles de criar). Cuando la albahaca y la hierbabuena lleguen al final de su ciclo, procuraré guardar semillas (simiente, como dicen en mi pueblo) y, mientras tanto, intentaremos aprovechar el terreno con cebollas, lechugas…y, por supuesto, una buena mata de orégano fresco.tomates2

Lo cierto es que esto de los huertos urbanos se está convirtiendo en una filosofía de vida. Mejor que tener plantas ornamentales (que cualquiera sabe de dónde vienen: aquí en Badajoz está el problema del camalote en el río porque alguien tiró, seguramente, una mata de tal planta por el retrete, y se está convirtiendo en una plaga dañina difícil de erradicar), merece la pena plantar cosas que puedan comerse o, en su caso, ser utilizadas para cocinar. Lo de sacarle rendimiento económico al huerto (creo que se gasta más en agua, tierra, abono, etcétera, que lo que se ahorra) quizá sea lo de menos, pues también el huerto ofrece entretenimiento y paz, aunque por otro lado esté la dependencia de tener que regarlo todos los días (al menos en verano).

Por otro lado, al fin y al cabo, estamos comiendo productos que nosotros mismos hemos cultivado, lo que nos acerca (a los urbanitas) un poco a la forma de vida de muchos habitantes de los pueblos, que cultivan sus propias hortalizas, ahorrando dinero y comiendo productos de máxima calidad, que no han sido tratados por pesticidas ni conservados en cámaras hasta su llegada a las tiendas.

En resumen, ya nos hemos comido algunos buenos tomatitos, nos hemos hecho bastantes mojitos y varias salsas pesto para pasta que nos ha quedado deliciosa.huertoup

Cómo hacer preparado de mojito:

1) Se cortan unas ocho ramas de hierbabuena, arrancando las hojas (supongo que unas 50 si son grandes) y echándolas en un bote que tenga una capacidad de medio litro.

2) Se añade azúcar moreno, supongo que entre unos 100 y 200 gramos.

3) Con un palo de mortero se comienza a machacar la mezcla de las hojas de hierbabuena con el azúcar moreno, para que se vaya empapando el azúcar con el jugo de las hojas.

4) Se añade, más o menos, media botella de ron añejo (del más barato que haya en la tienda) y se remueve para que el azúcar moreno se disuelva.

5) Añadimos el zumo de dos limones y medio y removemos para que todo quede bien mezclado.

Con todo lo anterior, debe haberse conseguido medio litro de preparado de mojito que debemos dejar reposar (para que la hierbabuena termine de soltar todo su aroma) unas 24-48 horas. Una vez bien reposado el preparado, puede colarse para eliminar las hojas de hierbabuena y las impurezas del zumo de limón, obteniéndose un líquido meloso de color tostado oscuro. Ahora, ¿cómo usamos este preparado?

1) Llenamos un vaso con hielo picado casi hasta el borde.

2) Agregamos preparado de mojito al hielo hasta un poco menos de la mitad del vaso.

3) Terminamos de rellenar el vaso con agua muy fría.

4) Ponemos una pajita y, opcionalmente, alguna hoja de hierbabuena fresca recién cortada para decorar y aromatizar.

5) Removemos para que quede bien mezclado y… ¡a disfrutar!

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La joven de las especias

Hace ya unos años vi esta película que, no siendo muy buena, trata sobre especias, que son básicas en la cocina, al menos en mi opinión. He dicho que no es muy buena porque parece prometer mucho y, en realidad, el argumento se va diluyendo, para acabar en nada…o quizá es que no me acuerdo muy bien.

En cualquier caso, aquí dejo el trailer y un enlace a la wikipedia para quien quiera saber más sobre el argumento:

La joven de las especias

Mi pequeña lista de especias (incluidas hierbas aromáticas) que uso frecuentemente en la cocina:

– Albahaca.

– Azafrán.

– Canela.

– Cilantro.

– Clavo.

– Comino.

– Cúrcuma.

– Curry.

– Eneldo.

– Estragón.

– Hierbabuena.

– Jengibre.

– Nuez moscada.

– Orégano.

– Perejil.

– Pimentón dulce.

– Pimienta blanca, negra, verde…

– Romero.

– Tomillo.

Una receta sin título

Hoy que se celebra la final de la segunda edición de un programa televisivo de cocina (tan de moda), me he sentido inspirado para hacer un sencillo plato, pero muy sabroso y contundente. Como la cocina es toda una «ciencia», publico esta entrada en dicha categoría y, como estamos en verano y los huertos de padres y familiares producen calabacines, berenjenas, tomates, pepinos, cebollas a más no poder, y los gallineros dan huevos caseros tan, tan diferentes de los que se adquieren en supermercados…en fin, que me he acordado de un tema musical que escuché en mi adolescencia y me resultaba tan divertido, que lo comparto, vía youtube, con los lectores de mi blog:

En cualquier caso, todo lo anterior es simplemente una excusa para poder publicar en este blog (que no es de cocina), una receta en homenaje de una compañera bloguera (que sí que tiene un blog de cocina: dulcedelimon) que hizo una magnífica aportación a través de sus comentarios en una de mis publicaciones y me animó a que publicara alguno de los platos que me gusta preparar. Ahí va:

¿?

1º) La base es una tortilla francesa a las finas hierbas, para la cual he utilizado tres huevos, albahaca, eneldo, orégano y romero.

2º) Por otro lado, se parten láminas no muy finas de berenjena, las cuales se deja reposar con un poco de sal y pimienta negra por encima durante unos 10 minutos. Después, se hacen a la plancha con un chorreón de aceite de oliva (en mi caso he utilizado uno de los mejores aceites del mundo, que es de la localidad pacense de Los Santos de Maimona) hasta que se doren (esto se puede hacer al mismo tiempo que la tortilla).

3º) En una sartén, con un poco de aceite, se sofríen ligeramente dos dientes de ajo, añadiendo posteriormente algo menos de 100 g de fiambre de pechuga de pavo cortada en daditos pequeños hasta que se dore. En ese momento se añaden unos 75 ml de nata de cocinar y no se deja de mover hasta que cuaja (pero no mucho).

4º) En un plato plano grande se pone como base la tortilla y encima de ésta las láminas de berenjena. Añadimos a continuación la «salsa» hecha con los ajos, el pavo y la nata, cubriendo las rodajas de berenjena. Vamos a partir un tomate en láminas de más o menos medio centímetro de grosor que iremos montando sobre la salsa de pavo y nata. Posteriormente espolvoreamos un poco de estragón y, encima de todo, unas láminas finas o taquitos muy pequeños de queso azul (al gusto, aunque no mucho, ya que es un queso con mucha fortaleza y, por tanto, aporta mucho sabor y aroma).

5º) Por último (y con el horno ya precalentado), se le da al plato un golpe de calor en el horno a 225-250 ºC durante unos 10 minutos, por arriba y por abajo (es decir, que se gratine).

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Alguien con habilidad puede tardar entre 30 y 40 minutos en preparar esta receta para dos personas. Que aproveche a quien se anime a prepararlo (a mi me ha gustado bastante esta mediodía). Y si a alguno de mis lectores se le ocurre un nombre para esta receta (o quiere hacer cualquier tipo de observación), le agradecería compartiese su idea conmigo a través de un comentario en esta publicación porque, la verdad, a mí no se me ha ocurrido ningún nombre sugestivo.