En un anterior viaje por toda Europa durante un mes, a veces hubo que tomar decisiones en mitad del camino y decidimos dejar uno de los destinos programados para otra ocasión. Esto es lo que nos pasó con la ciudad polaca de Cracovia. Para ir, tomamos un avión en Málaga, de la que puede verse una panorámica al anochecer:
Ciudad que me pareció algo triste…
…y destinada a estar ligada a su relación con el «cercano» (a unos 80 km) campo de concentración de Auschwitz (Osweicim) que, por supuesto, visitamos. No obstante, tal visita dio la impresión de ser un circuito demasiado turístico, casi sin tener en cuenta las atrocidades que allí se cometieron.
Para finalizar, no duden en realizar uno de los trayectos programados en cualquier agencia de viajes dentro de Cracovia: la visita a las minas de sal, las cuales fueron visitadas por Tolkien justo antes de escribir su inmortal libro El Señor de los Anillos.