Vuelve Sinkope a Badajoz. La última vez que estuvieron en la ciudad dieron un magnífico concierto acústico en la sala Mercantil, al cual tuve el placer de asistir y compartir grandes momentos con amigos. No puedo decir lo mismo del que ofrecieron, supuestamente, en Mérida hace, creo, un par de veranos, junto con El gitano, la cabra y la trompeta y los incombustibles Suaves (aunque Yosi carezca prácticamente de voz), pues acudí a tan interesante reunión con algunos amigos y, finalmente, el señor Vito Íñiguez no apareció en escena. Al parecer llevaba un tiempo «malito de la voz», siendo sustituido por Raúl (el cantante de El gitano, la cabra y la trompeta), que más o menos intento defenderse en tal tesitura.
Ayer por la noche, sin plantearme cuestiones metafísicas, fui al bar «El nuevo Chicago» que está situado cerca de la estación de trenes y compré la entrada que puede verse en esta publicación por 10 €, que no es mal precio, ni tampoco óbice para un mal concierto. Hace 16 ó 17 años que les vi en Don Benito y, desde entonces, han sido, creo, un par de veces más (casi siempre que he podido). Espero que se curren un buen concierto. Una de cal, otra de arena…y ahora toca la buena.
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Tras la asistencia al concierto que, en principio, me pareció corto y algo desplazado hacia el nuevo disco (cosa normal, aunque se echaron de menos más temas antiguos), subo las siguientes fotografías, cortesía de un muy gran amigo que, incluso enfermo, acudió al concierto:
Enlace a un vídeo del tema «Humo de contrabando», tocado durante el concierto, cortesía de mi amigo Joaquín:
Yo también estuve en ese concierto hace 16 o 17 años. Lo pasábamos en grande. Que caña. Siempre me han gustado. También comer donetes y escuchar narco en el r-6. Y, por supuesto: reir con legaliza. Aunque nos hayamos alejado de aquella coordenada, siempre ha habido una suave banda sonora de fondo…»sigo siendo joven…el espinazo…lo tengo….
Creo ya saber quien eres (siberiana por lo menos), responderé a este comentario pensando que eres quien me imagino. Es cierto que lo pasamos en grande (y espero que lo sigamos pasando igual de bien, aunque ya tengamos el espinazo muy jodido, sobre todo por los sofás de los pisos de alquiler). Muchos recuerdos y muchas aventuras con aquel magnifico y durísimo coche. Besos y un fuerte abrazo amiga.
Gracias colega, por tu inestimable colaboración en esta publicación del blog, sin la cual hubiera quedado muy sosa. En fin, ¡larga vida al rock!
Febril todo el día estuve cerca de no ir al concierto, un amigo me convenció para que me diese una ducha calentita y me armé de paracetamol y valor y me eché al monte en busca del subidón del directo. No hubo tal la verdad, me gustó el concierto moderadamente y explico los motivos:
Yo voy a un concierto de rock a escuchar caña sin parar, al menos durante dos horas y más si puede ser. En este sentido el concierto me pareció flojo, pasteloncete. El Vito fuma mucho y habla más de lo que para mi gusto corresponde en un concierto de rock, que para mi no es un certamen de poesía sino simplemente un concierto de rock.
Lo mejor las cervezas en buena compañía y ver a gente que hacía tiempo que no veía como Caro, Fariña, Juan.
Lo demás discretito la verdad.
Saludos peña.