Libertades.

Filosofamos hoy sobre la libertad con el español Julián Marías (1914–2005). «¿Cómo se mide la libertad? ¿Cuánta hay en cada situación personal o colectiva? Se dirá que hablar de la libertad es muy vago; que lo que hay es libertades en plural. Siendo esto muy cierto, está contrapesado por el hecho de que las libertades son sistemáticas; es decir, que hay un sistema de las libertades, de manera que o hay libertad o no la hay; o, en términos menos extremados y más realistas, hay poca o mucha libertad, que se articula en cada caso en libertades plurales. Tiene, pues, perfecto sentido la cuantificación de la libertad. Los que no gustan mucho de la libertad suelen descalificar las que se gozan en los países cuyo sistema político puede albergarse en el amplio y abarcador nombre de liberalismo: dicen que esas libertades son «formales», y las contraponen a otras, que llaman «reales». Cuando se habla de «libertades reales» suele entenderse libertades económicas. Es una interpretación abusiva, pero aunque se aceptase provisionalmente, habría que hacer un par de observaciones. La primera: que si no hay libertades formales no hay ninguna libertad; ni siquiera la de pedirla, la de decir que falta, la de quejarse. Por eso, en los países en que no hay libertad parece que no se carece de ellas, porque no se oyen clamores que lo proclamen así. La segunda observación es que para que haya libertades económicas tiene que haber recursos. Las libertades económicas son posibles cuando los individuos disponen de medios para el acceso a los bienes económicos, cuando pueden participar de la riqueza y así realizar las libertades formales. En la extrema pobreza -no digamos en la miseria- las libertades formales no son efectivas, no tienen verdadera realidad. Por tanto, interesa el aumento de la riqueza, unido a las «libertades formales» que hacen posible el acceso a ella, la participación en ella de todos los hombres y mujeres».

Fuente: Revista Filosofía Hoy (facebook).